Aprende a no dejarte vencer
2 min read

Aprende a no dejarte vencer

Aprende a no dejarte vencer

Querido Luis de hace unos años,

Sé que igual te extraña un poco estas letras, nunca pensé que podría decirte todo lo que se me ha dado la oportunidad de contarte, pero te prometo que hablo desde la experiencia y solo quiero ahorrarte la mayor cantidad de tiempo posible.

Hoy quiero hablarte de una de esas cosas que serán un constante en tu vida, la pereza, será la encargada de que fracases cada vez que empieces a hacer deporte, de que en ocasiones te queden pendientes varias asignaturas o que fracasen algunas de tus relaciones, no pasa nada, han sido experiencias que te han ayudado a crecer como persona, pero son totalmente prescindibles en muchos casos. Quiero que sepas que entiendo que la vagancia te ataca muchos días cuando te pones a hacer algo, que preferirías hacer otra cosa o simplemente tienes una modorra capaz de drenar tus energías y tu actitud. Tranquilo, es algo totalmente normal y no estás solo en esto, sin embargo, hay algún pequeño truco que te ayudará a no desperdiciar una jornada de trabajo o el día entero.

Cuando tenía 25 años, descubrí eso que algunos expertos han llamado la cantidad mínima aceptable/viable, parece ser que es la cantidad mínima de actividad o trabajo que tienes que hacer para sentir que has cumplido, deben ser metas realistas, ¿Recuerdas cuando ibas al gimnasio y la primera semana hacías una cantidad ingente de ejercicio y te parecía una chorrada empezar con menos peso en las máquinas y menos tiempo en la cinta? Pues al final va a ser verdad eso de que hay que ir poco a poco, lo sé, a día de hoy, sabiendo la teoría, en el fondo tengo esa sensación de que es una tontería, pero en serio, no lo es. Volviendo al tema, el truco de todo esto está en los días que no te apetece hacer nada, que dices, ¿Ir media hora a correr? o Hoy me da muchísima pereza hacer cualquier actividad en el trabajo, pues la clave está en ir y pisar la calle, es decir, hacer 3 minutos de deporte, que al final consiste en salir a la calle, o si no te apetece trabajar haz tareas estúpidas, básicas y chorras que te van a permitir estar ocupado, en muchos casos pueden pasar dos cosas:

  1. Que rompas la resistencia inicial y te pongas a hacer la tarea con la intensidad normal
  2. Que evites esa sensación de fracaso que tienes al finalizar el día por no haber hecho lo que debías hacer, de esta manera te mantendrás en una rutina positiva, más productiva y evitarás abandonar tantas cosas.

Es muy sencillo leerlo, ¿verdad? hacerlo no lo es tanto, de hecho requiere mucha fuerza de voluntad, pero bueno, no es lo mismo que saber que todos los días tienes que hacerlo todo con la misma intensidad, así que no te desanimes, te prometo que será mucho más fácil y poco a poco irás creando hábitos y evitando caer en la pereza.

Este es mi regalo de hoy para ti, uno de los que más me ha costado aprender e implementar en mi vida y que incluso ahora, en algunos casos, no soy capaz de aplicar, pero con el tiempo sé que lo conseguiré en la totalidad de las luchas.